por Isabel Galiardo
Estamos perdiendo nuestro valioso tiempo y dando palos de ciego cuando nos identificamos únicamente con el aspecto material de la existencia y olvidamos su dimension espiritual.
Cuando hacemos esto la vida se limita a una carrera contra reloj en la que los máximos logros son el dinero y el status. La felicidad nunca sucede ahora, y si lo hace, no es duradera.
Cuando la felicidad depende de lo externo experimentamos un enorme vacío que se manifiesta de diferentes maneras, como adicciones, soledad, depresión, ansiedad y una falta de dirección y de sentido. Ninguno de nuestro logros logra satisfacernos por mucho tiempo. Cuando solo nos ocupamos de los aspectos físicos, nuestras almas están famélicas. Podremos vivir en entornos sofisticados llenos de comodidades. Podemos alcanzar nuestras mas deseadas metas y sin embargo seguimos sintiéndonos pobres. Somos vagabundos vagando sin rumbo cuando olvidamos que nuestro verdadero hogar esta en nuestro interior.
Teresa nos invito hace cinco siglos a entrar en al castillo de nuestra alma y a descubrir sus distintos aposentos. Adentremonos pues donde las mas maravillosas riquezas nos esperan en forma de amor, paz y plenitud. Seamos místicos modernos y accedamos a esa riqueza para luego traerla de vuelta al mundo en forma amor, sabiduría y valor.
“Es gran bestialidad cuando no procuramos saber que cosa somos, sino que nos detenemos en estos cuerpos.’’
Teresa de Avila
Reblogged this on isabelgaliardoprieto.